La respuesta a los incendios forestales se fundamenta en sistemas de emergencia integrados por bomberos y brigadistas forestales. Estos profesionales, siguiendo una práctica adoptada durante los últimos 40 años, frecuentemente utilizan recursos hídricos, como autobombas o motobombas, para el ataque directo a los frentes de llamas en los que están trabajando.

La efectividad, disponibilidad y eficiencia del agua han llevado a que muchos equipos en el sur de Europa sean muy contundentes, trabajando el 100% del perímetro de los incendios con este recurso. Esto se logra aplicando agua a través de extensos tendidos de mangueras de 25 mm, convirtiéndose casi en dispositivos especializados en esta única herramienta. Se invierte una considerable cantidad del presupuesto y recursos en potenciar esta herramienta y su logística, incluyendo autobombas, mangueras, lanzas, depósitos, redes de hidrantes, balsas, entre otros. Sin embargo, los incendios están evolucionando y la línea de agua pierde su capacidad de extinción cuando los frentes de fuego superan los 5-6 metros de longitud de llama. Además, la disponibilidad de agua se está volviendo cada vez más escasa y valiosa en un contexto de cambio climático y crecimiento demográfico.

 Esta maniobra, efectiva durante cuatro décadas, empieza a mostrar sus limitaciones, ya que la caja de herramientas contra incendios ha evolucionado, implicando ahora una combinación más amplia y específica de herramientas y operaciones. Esto incluye el uso de herramientas manuales, medios aéreos, maquinaria pesada y fuego técnico. La clave para mejorar el rendimiento y optimizar los recursos en la línea de fuego reside en la combinación efectiva de cada una de estas herramientas, configurando lo que denominamos maniobras avanzadas o combinadas.

 

No obstante, no debemos olvidar los recursos hídricos disponibles, como los camiones autobomba, vehículos 4x4 equipados con sistemas de impulsión de agua a presión, o motobombas con o sin depósito reservorio. Aunque estos puedan formar parte de una maniobra más simple, como es el tendido de una línea de agua para el ataque directo, también pueden integrarse en maniobras avanzadas que incluyen, por ejemplo, el uso de fuego técnico. Estos recursos de agua siguen siendo fundamentales en la extinción de los incendios forestales, tanto en operaciones básicas como maniobras avanzadas.

 

Es crucial prestar especial atención y mantener un control riguroso sobre la logística de las operaciones que implican un consumo de agua. Por ello, resulta esencial dedicar tiempo a la formación de los equipos en cuanto a la gestión y el cálculo operativo logístico del uso del agua.

Al enfrentarnos a un incendio forestal y proceder con su análisis, nos enfrentamos a una serie de preguntas clave que guían nuestra estrategia y toma de decisiones:

¿Qué quiere hacer el incendio?

¿Qué puede hacer el incendio?

¿Qué quiero hacer ?

¿Qué puedo hacer ?

En función del escenario estratégico en el que nos encontremos, y a través de la observación, análisis y predicción del comportamiento del incendio, respondemos a lo que el incendio quiere y puede hacer. Con nuestras respuestas, definimos nuestros Objetivos Tácticos (OT) para abordar lo que queremos hacer. Buscamos dentro de “nuestra caja de herramientas” la mejor operación que se ajuste a una posición específica sobre el perímetro del incendio y que tenga una capacidad de extinción comprobada, para responder a lo que realmente podemos hacer y asegurarnos de que los objetivos tácticos propuestos sean ejecutables.

A modo de ejemplo, si decidimos realizar un ataque directo únicamente con línea de agua en un flanco, esta elección debería basarse en el criterio BBB de ser "Buena, Bonita y Barata". Es decir:

  • Buena: Que sea eficiente y tenga la capacidad necesaria.
  • Bonita: Que, dentro del abanico de opciones disponibles, sea la menos cuestionable.
  • Barata: Que optimice al máximo el uso de recursos necesarios y el esfuerzo requerido.

Este enfoque nos ayuda a tomar decisiones más informadas y estratégicas, asegurando que nuestras acciones no solo sean efectivas, sino también eficientes y justificadas en el contexto del incendio que estamos enfrentando.

En el ejemplo que vamos a explicar, el operativo se centra en la planificación de emplazamientos y circuitos de camiones autobomba. Se organizan en Puntos de Emplazamiento de Vehículos (PEV), desde donde se realizan tendidos de línea de agua para el ataque, y en puntos de agua complementarios y convencionales (ZCA), desde donde se planifican los viajes de suministro de agua. Logísticamente, es necesario contar con camiones cisterna equipados con autobomba que realicen viajes desde un punto de toma de agua (ya sea convencional o complementario) hasta el vehículo impulsor, para asegurar un suministro continuo de agua.

 Al optar por la maniobra de tendido de línea de agua, asumimos que tenemos la capacidad de mantener la lanza constantemente abastecida, ya que cualquier interrupción en el suministro de agua puede causar retrasos en el cumplimiento de los objetivos e incluso situaciones de riesgo para los equipos que trabajan en el tendido de la línea de agua y en el ataque directo. Por ello, hemos realizado cálculos detallados de las necesidades de agua para garantizar que nuestra maniobra sea sostenible en el tiempo y segura para el personal involucrado.

 

Para realizar estos cálculos en el contexto del ejemplo proporcionado, donde trabajamos con autobombas de doble cuerpo (rodete de alta presión con 45 bares y de baja presión con 15 bares) y utilizamos mangueras de 25 mm para ataques directos a alta presión y bajo caudal, y mangueras de 70 mm para trasvase a baja presión y alto caudal, es esencial entender primero algunos conceptos clave en la metodología de trabajo de tendidos de líneas de agua desde puntos de emplazamiento de vehículos:

¿Cómo podemos realizar estos cálculos?

 Es esencial entender primero algunos conceptos clave en la metodología de trabajo de tendidos de líneas de agua desde puntos de emplazamiento de vehículos

  • Punto de agua convencional: Se refiere a fuentes de agua como ríos, balsas contra incendios, hidrantes rurales o municipales. Podemos referirnos a él como ZCA (Zona de captación de agua).
  • Punto de agua complementario: Estos son configurados por el mismo operativo e incluyen balsas hinchables, cisternas semirremolque, camiones nodriza, etc.
  • Na (noria abastecimiento): Incluye el material, personal y tiempo necesario para captar agua de una fuente convencional o no convencional, más el tiempo de viaje de ida y vuelta al punto de contacto con Nd.
  • Nd (noria distribución): Incluye el material, personal y tiempo necesario para trasvasar el agua de Na a Nd, el trayecto de ida y vuelta, y el trasvase a la autobomba o vehículo de impulsión situado en el PEV.

En algunos casos, la Noria de Distribución puede ser directa. Esto ocurre en zonas o países donde la red de puntos de agua o hidrantes es abundante. En estos casos, las norias pueden ser únicamente de distribución, es decir, cada PEV será alimentado directamente desde un punto de captación de agua.

En regiones o países donde la red de suministro de agua es limitada o no está adecuadamente preparada para el uso masivo de autobombas, se hace necesario establecer un punto de agua complementario o temporal. Este puede ser una autobomba nodriza de gran capacidad, un camión tráiler cisterna, una balsa, o una serie de balsas hinchables o desmontables. El propósito es posicionar un punto de agua mucho más cercano a la zona del incendio, desde el cual los recursos destinados a abastecer los PEV (Puntos de Emplazamiento de Vehículos) puedan captar agua directamente.

En este escenario, la Na (Noria de Abastecimiento) se encargaría de suministrar agua al punto de agua complementario desde fuentes lejanas, mientras que la Nd (Noria de Distribución) abastecería a los PEV desde este punto de agua creado por el mismo dispositivo de extinción.

 

Para una gestión eficaz, los equipos deben tener tablas que especifiquen los tiempos de trasvase y captación, adaptadas a los métodos utilizados, los puntos de agua disponibles y las características de bombeo de cada bomba. Estas tablas se pueden desarrollar a través de ejercicios de instrucción.

 Los tiempos de trayecto en carreteras se pueden calcular con herramientas como Google Maps, y en pistas, basándose en la distancia. En algunos casos, puede ser útil simplificar los conceptos de Noria de Abastecimiento (Na) y Noria de Distribución (Nd) en un solo término, Na, para facilitar la planificación y ejecución operativa.

 

Una vez definidos los conceptos clave, el cálculo comienza desde el consumo de agua en la punta de lanza, retrocediendo hasta la Zona de Captación de Agua (ZCA). Se consideran las dos norias, Nd (Noria de Distribución) y Na (Noria de Abastecimiento), teniendo en cuenta tanto el punto de agua complementario como el convencional.


Imagen 6 - Esquematización de trabajo para alimentar una línea de agua de alto consumo mediante noria de distribución (Nd) y noria de abastecimiento (Na).

El primer paso es decidir el caudal en la punta de lanza. Es crucial instruir a los operadores de lanza para que comiencen siempre con el caudal mínimo seleccionable, siempre que sea suficiente para extinguir las llamas. Esto es importante, recordando que el agua es un recurso escaso. Con el caudal establecido y considerando la presión de trabajo de la lanza, que generalmente varía entre 6 y 8 bar dependiendo de la marca y el modelo, podemos determinar el consumo aproximado.

Ya podríamos hacer un cálculo aproximado del consumo de nuestra instalación:

C=Q·n          

Donde:

C=Consumo (l/min)

Q= Caudal (l/min)

n= número de lanzas

Podremos calcular cuánto tiempo (tiempo límite TL) nos costaría vaciar la autobomba:

TL= V/C           

Donde:

TL= Tiempo límite (min)

C= consumo (l/min)

V= Volumen o capacidad de agua de la autobomba (l)

 

Calculamos los tiempos de distribución (Td) y tiempos de abastecimiento (Ta) de la Nd (noria distribución) y de la Na (noria abastecimiento).

Td=(2·Trd)+Tt1+Tt2             

Donde:

Td=tiempo total de la noria de distribución (min)

Trd=tiempo del recorrido de distribución (min) (en un solo sentido, por eso multiplicamos por 2, ida y vuelta)

Tt1=tiempo del trasvase 1 (min)

Tt2=tiempo del trasvase 2 (min)

 

Ta=(2·Tra)+Tc            

Donde:

Ta=Tiempo total de la noria de abastecimiento (min)

Tra= tiempo del recorrido de abastecimiento (min) (en un solo sentido, por eso multiplicamos por 2, ida y vuelta)

Tc=tiempo de captacion de agua o llenado a 100% (min)

 

Calculamos cuántas autobombas necesitamos para mantener nuestro sistema con agua. Siempre redondeamos natb al número entero superior, por si hay que aumentar caudal en el ataque directo, puntualmente.

natb= (C·Td) / V          

Donde:

natb=número de autobombas necesarias

C=Consumo (l/min)

Td=tiempo total de la noria de distribución

V= Volumen o capacidad de agua de la autobomba (l)

Calculamos la capacidad en forma de consumos que nos da la noria de distribución y noria la de abastecimiento y la comparamos para determinar si podemos continuar con nuestra maniobra:

Capd=(Natbd·V) / Td                                     

Donde:

Capd= Capacidad de la noria de distribucion (l/min)

Natbd=número de autobombas trabajando en la noria de distribución 

V=Volumen o capacidad de agua de la autobomba (l)

Td=Tiempo total de la noria de distribución (min)

Capa=(Natba·V) / Ta                            

Donde:

Capa= Capacidad de la noria de abastecimiento(l/min)

Natba=número de autobombas trabajando en la noria de abastecimiento

V=Volumen o capacidad de agua de la autobomba (l)

Ta=Tiempo total de la noria de abasteicimiento(min)

Capa>Capd

La capacidad (cap) en l/min de la Capa noria de abastecimiento siempre tiene que ser superior a la capacidad de alimentación de la noria de distribución Capd.

Si la capacidad en forma de consumo en l/min de la Nd (noria de distribución) es superior a la Na (noria de abastecimiento) los puntos de agua complementarios se quedarán secos ya que la demanda de agua en ese punto será superior al ritmo al que lo estamos rellenando.

A continuación, vayamos con un ejemplo. En el incendio en Tivissa, contamos con tres autobombas de 3500 litros cada una y una nodriza de 13500 litros, que actuará como punto de agua complementario. Tras analizar el incendio, se decide implementar un tendido con una línea y una lanza en el flanco izquierdo (FI) y otra autobomba con una línea y una lanza en el flanco derecho (FD), ambas operando desde el mismo Punto de Emplazamiento de Vehículos (PEV).

Imagen 7 - Rutas de abastecimiento y distribución en Google Maps. Se aprecia el tiempo y la ubicación de la ZCA principal, el punto de agua complementario o emplazamiento de la autobomba nodriza y el incendio.

 

PRIMER CASO



1.- Calculamos el consumo (C) de nuestras líneas que tendremos con dos lanzas y selección de caudal en lanza de 50 l/min.

 

C=Q·n

C= 50 l/min · 2 lanzas      

C= 100 l/min

 

Donde:

C=Consumo (l/min)

Q= Caudal (l/min)

n= número de lanzas

2 .- Con las autobombas llenas calculamos nuestro tiempo límite total de trabajo en cada flanco.

Imagen 8 - Esquema de tiempo de abastecimiento.

Cada autobomba tiene una autonomía de 70 min, se acaban a la vez ( por simplificar) porque partimos de que empiezan las dos a la vez a trabajar. La realidad seguro que es otra.) 

Cuando se les termine el agua y llegue la autobomba de distribución ( 3500 l) reparte esa cantidad entre las 2 autobombas que están en el mismo PEV ya que las dos se han quedado sin agua. Ahora partirían de 1750 litros en vez de 3500 l.

Imagen 9 - Esquema de tiempo de abastecimiento a mitad de capacidad.

Imagen 10 - Rutas de abastecimiento y distribución.

 

3.- Calculamos los tiempos de distribución y de abastecimiento, recordamos que los tiempos de trasvase entre autobombas y captación desde el punto de agua deberíamos de tenerlos y conocerlos de nuestras prácticas.

Td=(2·Trd)+Tt1+Tt2                        

Td = (2 · 2) + 6 + 8

Td = 18 min

Donde:

Td=tiempo total de la noria de distribución (min)

Trd=tiempo del recorrido de distribución (min) (en un solo sentido, por eso multiplicamos por 2, ida y vuelta)

Tt1=tiempo del trasvase 1 (min)

Tt2=tiempo del trasvase 2 (min)

Ta=(2·Tra)+Tc  

Ta = (2 · 5)+15       

Ta = 35 min

 

Donde:

Ta=Tiempo total de la noria de abastecimiento (min)

Tra= tiempo del recorrido de abastecimiento (min) (en un solo sentido, por eso multiplicamos por 2, ida y vuelta)

Tc=tiempo de captacion de agua o llenado a 100% (min)

4.- Calculamos las autobombas que necesitaremos en la noria de distribución y las diferentes capacidades con una nodriza de 13500 l.

natb= (C·Td) / V

Natbd = (100 · 18) / 3500             

Natbd = 0,51 ~ 1 autobomba      

 

Donde:

natb=número de autobombas necesarias

C=Consumo (l/min)

Td=tiempo total de la noria de distribución

V= Volumen o capacidad de agua de la autobomba (l)

Capd=(Natbd·V) / Td

Capd = (1 · 3500) / 18 

Capd = 194,44 l/min

 

Donde:

Capd= Capacidad de la noria de distribucion (l/min)

Natbd=número de autobombas trabajando en la noria de distribución 

V=Volumen o capacidad de agua de la autobomba (l)

Td=Tiempo total de la noria de distribución (min)

Capa=(Natba·V) / Ta

Capa = (1 · 13500) / 35

Capa = 385,71 l/min

Donde:

Capa= Capacidad de la noria de abastecimiento(l/min)

Natba=número de autobombas trabajando en la noria de abastecimiento

V=Volumen o capacidad de agua de la autobomba (l)

Ta=Tiempo total de la noria de abasteicimiento(min)

La capacidad que nos da la noria de abastecimiento es mayor que la que nos da la de distribución con lo que, en principio, nuestro sistema es viable. Tendríamos agua para usar como maniobra única el ataque directo con línea de agua. 

Cap> Capd

385,71 l/min > 194,44 l/min          

 

SEGUNDO CASO 

 

Si una autobomba empieza antes y la otra a mitad de tiempo ( a los 30 min del tiempo límite que tenemos de consumo de agua en las líneas ) pues cuando llegue la autobomba de distribución puede darle toda el agua a una de las dos autobombas impulsoras porque la otra aún tiene de sobra para que haga otro viaje. Ya que el tiempo de distribución es de 18 minutos.

 

Evidentemente en el transcurso de las maniobras con línea de agua, hay que ir conectando mangueras, por lo que el consumo de agua durante algunos minutos será de 0 l/min. Alargando los 30 minutos de autonomía a unos 45 minutos operativos reales. Siempre y cuando se mantenga el caudal mínimo de trabajo de 50 l/min en la lanza.



¿Cómo podríamos mejorar y simplificar esta logística con 3 autobombas?

 

El tiempo de abastecimiento (Ta) es de 35 minutos, lo que evidencia que estamos en un lugar con una disponibilidad de agua elevada. Tenemos dos autobombas haciendo de bomba impulsora desde el mismo PEV, si utilizamos solo una autobomba para impulsar las dos líneas con las dos salidas de 25 mm. pasaremos a tener 2 de las 3 autobombas en formato noria.

Imagen 11 - Esquematización de metodología de trabajo adaptada con una autobomba impulsora que soporta dos líneas de agua de trabajo.

En este caso la autobomba nodriza, o si es necesario la balsa reservorio, se puede emplazar al lado del mismo punto de agua convencional para funcionar como un reservorio conectado a la red y optimizar los tiempos de trasvase (que no sean a la presión y caudal que da la red de hidrantes urbanos, por ejemplo). 

De modo que tendríamos una autobomba impulsando por dos líneas y dos autobombas haciendo directamente noria de distribución desde el punto de agua convencional optimizado, siempre y cuando los requerimientos hidráulicos sean suficientes, en términos de pérdidas de carga por altura de impulsión y por fricción. La bomba deberá trabajar a mucha más presión  que con solo una línea, ya que con dos líneas, una para cada flanco, las pérdidas de carga por fricción se duplican.

El catálogo de maniobras logísticas con agua es, efectivamente, muy amplio y debe adaptarse siempre al territorio en el que se trabaja, teniendo en cuenta la disponibilidad natural de agua del lugar y las características de los equipos de bombeo disponibles. Con la última alternativa propuesta, hemos incrementado la distancia que deben recorrer las autobombas entre el incendio y el punto de agua, y hemos eliminado el movimiento de la bomba nodriza. Cada decisión tomada debe ser analizada cuidadosamente en términos de sus consecuencias.

En este caso, el inconveniente es que aumenta el número de camiones en tránsito por vías públicas y lo hacen más frecuentemente y en periodos más cortos. Con la metodología inicial, tendríamos una nodriza que transitaría menos veces, lo que podría ser preferible en ciertos contextos. Si el escenario requiere minimizar el tránsito de vehículos para no obstruir la normalidad de una población, esta sería la medida a adoptar. Por otro lado, si el territorio permite un buen flujo de tráfico de vehículos de emergencia sin causar mayores inconvenientes, se podrían considerar otras alternativas.

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Conclusión sobre el uso de maniobras con consumo de agua en la extinción de incendios:

En España, diversos territorios están bien equipados para manejar grandes consumos de agua en la extinción de incendios. Sin embargo, nos enfrentamos a una nueva era en la que la disponibilidad de recursos hídricos será cada vez más limitada. Por lo tanto, es esencial optimizar las maniobras que utilizan líneas de agua, complementándolas con otras herramientas y técnicas. Es recomendable dirigir los perímetros de los incendios hacia líneas de control naturales o artificiales sin combustible siempre que sea posible. Esto no solo ahorra agua en el ataque directo y en la estabilización del incendio, sino también en las fases de remate y liquidación, donde también se consumen grandes volúmenes de agua.

Es aconsejable adoptar un sistema de trabajo en el que el agua se utilice como una maniobra de apoyo, complementando maniobras con fuego técnico, defensa de Interfaces Urbano Forestales (IUF) y operaciones complementarias con maquinaria o herramienta manual.

 

El problema de la proximidad y disponibilidad de agua para la extinción de incendios forestales puede abordarse eficazmente mediante la creación de redes de hidrantes y balsas forestales. Estas instalaciones aseguran la disponibilidad de agua en lugares remotos y están diseñadas para facilitar la carga rápida con autobombas. Sin embargo, este sistema enfrenta desafíos significativos en el contexto del cambio climático.

A medida que el cambio climático avanza, la disponibilidad de agua en el medio natural se está reduciendo. Esto hace que incluso las redes bien diseñadas de hidrantes y balsas forestales puedan volverse obsoletas o insuficientes, ya que las fuentes de agua que las abastecen pueden no ser confiables o suficientes durante períodos prolongados de sequía o en situaciones de escasez de agua.

En países más rurales o en regiones más alejadas de las zonas típicamente afectadas por grandes incendios forestales, como las regiones más nórdicas en el hemisferio norte o más sureñas en el hemisferio sur, la necesidad de redes de captación de agua específicamente para la extinción de incendios forestales no ha sido una prioridad, principalmente porque no han enfrentado este problema en gran escala. Sin embargo, con el cambio climático y el aumento de la escasez y demanda de agua, estas regiones también pueden empezar a experimentar desafíos similares.

Las experiencias de los países mediterráneos, que han lidiado con incendios forestales intensos y frecuentes, muestran que, aunque las redes de agua dedicadas a la extinción de incendios son útiles, no son una solución completa ni sostenible por sí solas. La gestión de incendios debe enfocarse en operaciones que optimicen el uso del agua, de manera similar a cómo los medios aéreos buscan optimizar sus descargas para ser 100% efectivas.

Este enfoque requiere un análisis detallado y específico para cada región, teniendo en cuenta el paisaje, las condiciones climáticas y los recursos disponibles. La gestión de incendios debe ser personalizada para cada área, adaptándose a las condiciones locales y a los desafíos específicos que enfrenta cada región. Esto implica no solo la optimización del uso del agua, sino también la integración de diversas tácticas y tecnologías, como la gestión de la vegetación, la planificación del uso del suelo, la educación y concienciación de la comunidad, y la inversión en investigación y desarrollo para mejorar las técnicas de prevención y extinción de incendios.

En resumen, la gestión de incendios forestales en el contexto del cambio climático y la escasez de agua requiere un enfoque holístico y adaptativo, que considere tanto las necesidades inmediatas de extinción de incendios como las estrategias a largo plazo para la sostenibilidad y la resiliencia de los ecosistemas y las comunidades.




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