Los incendios forestales han cambiado. Ya no se comportan como lo hacían hace décadas atrás. Son más intensos, más rápidos, más impredecibles. Afectan no solo a los ecosistemas forestales, sino también a comunidades enteras, infraestructuras críticas y zonas urbanas densamente pobladas. En muchas regiones, además, se producen múltiples eventos simultáneos, con una magnitud y una velocidad que desbordan las capacidades de respuesta tradicionales.
Frente a este nuevo escenario, urge revisar no solo nuestras herramientas y procedimientos, sino también los marcos formativos que sustentan la toma de decisiones en emergencias. En este contexto, surge The Emergency Program (TEP) como una propuesta de formación integral que busca ofrecer respuestas concretas y adaptadas a los desafíos actuales del manejo del fuego.
Recientemente, TEP ha sido seleccionado como una de las soluciones innovadoras en el marco del Open Innovation Challenge (OIC) impulsado por la Community of Wildfire Innovation (CWI), dentro del proyecto europeo FIRE-RES. Esta distinción ha permitido dar un nuevo paso: la implementación de un proyecto piloto internacional en Chile, que ya se encuentra en marcha.
Por si no lo sabías... ¿Qué es FIRE-RES?
FIRE-RES (Innovative Technologies and Socio-Ecological Solutions for Fire Resilient Territories) es un proyecto liderado por el Centre de Ciència i Tecnologia Forestal de Catalunya, financiado por el programa de innovación e investigación Horizonte 2020, de la Unión Europea, que reúne a más de 30 organizaciones de investigación, gestión forestal y protección civil de distintos países. Su objetivo es desarrollar e implementar soluciones innovadoras y adaptativas para enfrentar incendios forestales extremos, promoviendo territorios más resilientes desde una perspectiva integral que combina ciencia, tecnología, gobernanza y participación social.
https://www.youtube.com/watch?v=U2285qDFWOs&t=1s&ab_channel=FIRE-RESProject
Un nuevo paradigma requiere nuevas respuestas
Durante mucho tiempo, el enfoque dominante frente a los incendios forestales fue esencialmente reactivo: se invertía en más recursos, más medios, más personal. Sin embargo, los eventos recientes han demostrado que este modelo resulta insuficiente ante incendios que propagan kilómetros en pocas horas, cruzan límites administrativos y afectan simultáneamente una región.
La solución a estos nuevos desafíos no radica únicamente en incrementar la capacidad operativa, sino en transformar la lógica de intervención. Se trata de anticiparse, planificar con inteligencia el territorio, y tomar decisiones estratégicas basadas en un conocimiento profundo del comportamiento del fuego y del contexto en el que se desenvuelve.
En este sentido, TEP propone una evolución en los modelos de formación. Ya no se trata solo de capacitar para operar, sino de formar a quienes deben analizar, planificar y liderar intervenciones en escenarios complejos. El foco está en la lectura estratégica del territorio y en la identificación de objetivos concretos, realistas y alcanzables, que permitan mejorar la eficacia del trabajo y garantizar la seguridad de los que intervienen.
Una metodología innovadora
Uno de los pilares metodológicos de TEP es el uso de los polígonos de potencial, una herramienta que permite representar espacialmente el comportamiento potencial del fuego en determinadas condiciones. Esta metodología no solo ayuda a comprender mejor los movimientos del incendio, sino que además, facilita la formulación de estrategias de manejo ajustadas a las características del territorio y a las capacidades disponibles.
La clave está en transformar la incertidumbre en conocimiento accionable. Lejos de eliminar completamente la incertidumbre en nuestro escenario, la metodología de polígonos permite incorporarla como una variable más en el análisis, promoviendo una toma de decisiones más consciente, fundamentada y segura.
Un proyecto internacional: de la formación online al trabajo colaborativo presencial
Gracias al reconocimiento obtenido en el marco del OIC y al apoyo de FIRE-RES, se ha dado inicio a un proyecto piloto en la Región del Biobío, Chile, un territorio especialmente afectado por incendios forestales en los últimos años. La iniciativa cuenta con la participación de actores clave del sector público y privado: CONAF (Corporación Nacional Forestal) y CORMA (Corporación Chilena de la Madera).
Figura 1: localización de la región del Bíobio, Chile, donde se encuentra el Living Lab que participa del proyecto FIRE-RES y es el referente en la ejecución de la propuesta TEP.
El proyecto se estructura en tres etapas complementarias:
- Planificación y preparación
Durante el primer mes, se definieron los roles dentro de las instituciones participantes, priorizando la inclusión de personal técnico y operativo con responsabilidad directa sobre el territorio. Se estructuraron los contenidos formativos y se seleccionó un área piloto donde aplicar el ejercicio práctico, considerando variables como accesibilidad, riesgo de propagación y contexto social. - Formación y análisis estratégico
A lo largo de casi tres meses, los participantes realizan una formación online avanzada. Este curso incluye módulos sobre comportamiento del fuego, análisis de polígonos de potencial y planificación estratégica. Al finalizar esta etapa, se realizará una semana intensiva de workshop presencial, donde se pondrán en práctica los conocimientos adquiridos y se realizará un ejercicio de análisis conjunto sobre el área piloto seleccionada. - Evaluación y proyección
Finalmente, el proyecto será evaluado tanto en términos de adquisición de conocimientos como en la aplicabilidad de las estrategias desarrolladas. Los resultados permitirán ajustar los materiales formativos, mejorar la metodología y escalar la experiencia a otras regiones y contextos, consolidando un modelo replicable y adaptable.
Una apuesta por la cooperación y la transformación
Otro punto fuerte de este proyecto, además de los contenidos impartidos o las herramientas aplicadas, es la lógica de cooperación institucional que lo sustenta. El enfoque de TEP se basa en generar espacios de encuentro entre diferentes actores —operativos, técnicos, institucionales— para construir una mirada compartida sobre el riesgo y sobre las estrategias más adecuadas para enfrentarlo.
Este tipo de experiencias busca generar sinergias entre sectores, romper silos organizacionales y construir soluciones colectivas. En un contexto como el actual, donde los incendios superan fronteras administrativas, esta capacidad de trabajo conjunto es imprescindible que se desarrolle y refuerce.
Además, al involucrar a instituciones locales en el diseño, ejecución y evaluación del proyecto, se garantiza la pertinencia de las soluciones propuestas y se fortalece la apropiación de los aprendizajes generados.
Más allá del fuego
El cambio climático, el abandono rural, la presión sobre los ecosistemas y la urbanización creciente configuran un escenario cada vez más desafiante. En este contexto, los incendios forestales seguirán siendo una amenaza importante, pero también una oportunidad para repensar nuestras formas de habitar, gestionar y cuidar el territorio.
TEP no es solo un programa de formación: es una propuesta para construir capacidad estratégica en los equipos que enfrentan los incendios día a día. Es una invitación a mirar más allá del fuego, a anticiparnos, a planificar con inteligencia, y a trabajar juntos desde el conocimiento, la humildad y la innovación.
La experiencia piloto en Chile es apenas el comienzo. Seguiremos trabajando para fortalecer esta propuesta, sumar nuevas regiones, y seguir avanzando en la construcción de un enfoque más estratégico, cooperativo y adaptativo frente a los incendios del siglo XXI.
